El fenómeno de la sobrecarga muscular visto desde la perspectiva de un genio entendiendo el dolor como es Arturo Goicoechea. Extraído ínegro de su blog (que invitamos a visitar tanto a profesionales como a pacientes)https://arturogoicoechea.com/blog

“Los músculos tienen límites. No están preparados para soportar cualquier tarea y cuando se superan esos límites protestan: generan señales de peligro que llegan a las áreas cerebrales evaluativas  desde las que, según criterios y contextos, se proyecta la percepción de dolor sobre la zona corporal en la que trabaja el músculo.

Una forma de castigo escolar era mantener los brazos en cruz. Dolía. Al bajar los brazos, el dolor desaparecía.

Trabajar en una oficina delante del ordenador no es exactamente lo mismo que mantener los brazos en cruz en el colegio pero puede tener algunas similitudes. Obligamos a unos determinados músculos a mantenerse contraídos. El que se lleva la palma es el trapecio superior.

Los músculos tienen varios tipos de fibras, con metabolismos distintos. Unas están capacitadas para soportar una carga ligera pero prolongada y otras generan fuerza explosiva pero se fatigan fácilmente. Cuando la carga exigida es pequeña y continuada sólo se activan las unidades motoras pequeñas y resistentes. Son las unidades “Cenicienta” pues son las que cargan con la mayoría de las tareas cotidianas de oficina.

Hay muchos ciudadanos (especialmente ciudadanas) que padecen de dolor en la zona del trapecio superior, relacionado con trabajo delante del ordenador. Se acepta que el músculo está sobrecargado. Se le exige demasiado. Lo que no está tan clara es la génesis del dolor. ¿Mala postura? ¿Acumulación de sobrecarga? ¿Estres? ¿Puntos gatillo?…

Se proponen ejercicios, relajaciones, fármacos antinflamatorios (no hay inflamación), agujas…

Se hacen radiografías, resonancias magnéticas…

Se dice: tienes estrés, varias hernias discales, desgaste…

Se dan consejos: demasiado trabajo…no te conviene esa actividad para la columna… natación, yoga…

Hoy en día es difícil evitar la actividad sostenida frente a un ordenador. Dado que es así bueno sería que lo hiciéramos con una buena técnica. Programas automatizados económicos, con la actividad muscular mínima necesaria. 

La buena técnica incluye, además de elementos de ergonomía y sosiego psicológico respecto a la tarea en curso, buen rollito con el cometido, los jefes y compañeros y confianza en el organismo para organizar la actividad con eficacia y seguridad. Nada de miedos irracionales.

Las sobrecargas se combaten aliviando las cargas absurdas, improductivas. Para ello es necesario observar al paciente en su hábitat, en su actividad y hacer correcciones fisiológicas. 

– Ponte en el ordenador…

Es como en clase de música:

– Toca…

Los músculos forman parte de acciones. Una acción o actividad es algo más que una contracción muscular…

Detrás del dolor hay muchos factores a considerar.

Detrás de una mala ejecución musical también…

La labor del profe es fundamental.

La del alumno, por supuesto, también.”

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